La dimensión de género es, sin duda, una de las cuestiones fundamentales que EL PAcCTO pretende abordar con sus actividades e iniciativas, ya que, en el contexto de las intervenciones para promover los derechos y libertades fundamentales de los últimos años, se prestó especial atención a este concepto.
Con el fin de estimular las políticas de género allí donde aún no existen, es especialmente significativo hoy en día un compromiso más específico de la política internacional para la plena afirmación de los derechos humanos de las mujeres. Esto es aún más evidente en algunos ámbitos estratégicos y sensibles del multilateralismo, como el de la lucha contra la corrupción.
Para abordar la relación entre la cuestión de género y la promoción de los derechos humanos, es necesario reconstruir las diferentes «vías» de promoción de los derechos humanos internacionalmente reconocidos y los mecanismos orientados a diferentes niveles a su aplicabilidad.
Vías de promoción de los derechos de las mujeres
En primer lugar, hay que recordar las conferencias de la ONU de Viena sobre los derechos humanos (1993), de El Cairo sobre la población y el desarrollo (1994), de Copenhague sobre el desarrollo social (1995) y de Pekín sobre la mujer (1995). Los principales temas que se abordaron en estas conferencias son esencialmente tres: la violencia contra las mujeres, el respeto y la protección de los derechos humanos de las mujeres y la desigual presencia de las mujeres en los puestos de poder y en los procesos de toma de decisiones.
Si ya a finales de la década de los noventa la atención de la comunidad internacional a las cuestiones de la mujer había crecido considerablemente, con el nuevo milenio la sensibilidad hacia las cuestiones de género creció aún más.
A nivel mundial, las mujeres están histórica y socialmente desfavorecidas, lo que también se refleja en sus menores oportunidades económicas y en la desigualdad salarial. La corrupción también contribuye al aumento de la desigualdad social de las mujeres. Dado su papel de cuidadoras de la familia, dependen más de los servicios públicos, como la educación y la sanidad, y a veces son víctimas de las redes corruptas.
Discriminación y violencia contra la mujer
En el ámbito internacional, la cuestión del género tuvo como piedra angular la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), adoptada por la Asamblea General de la ONU en 1979. En el marco de la Agenda 2030, todos los Estados miembros de la ONU se comprometieron a promover la igualdad de género como un objetivo independiente. Sin embargo, ningún país está en condiciones de alcanzar la igualdad de género y emancipar a las mujeres para 2030.
El camino hacia el reconocimiento de la violencia contra las mujeres como una infracción de un derecho humano y un delito universalmente reconocido se inició en 1945 con los Principios de Núremberg. A esto le siguió, en 1946, la declaración del tribunal de Tokio. Siempre en 1946, el ECOSOC (Consejo Económico y Social) creó la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.
El 1949 fue el año de los cuatro Convenios de Ginebra adoptados por la Asamblea General de la ONU, que contienen algunas normas relativas específicamente a las mujeres. Más tarde, sus tareas se modificaron y reforzaron, especialmente tras la Conferencia de Nairobi (1985) y la Conferencia de Pekín (1995). Cinco años después de cada conferencia se celebraron Sesiones Especiales de la Asamblea General (las llamadas «+5»: Pekín +5, El Cairo + 5, etc.). Aquí se examinó el estado de aplicación de las plataformas aprobadas.
Año Internacional de la Mujer
La Conferencia de Ciudad de México de 1975 marcó el Año Internacional de la Mujer designado por las Naciones Unidas. Luego, en 1976, se creó la Unifem (Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer) e Instraw (Instituto Internacional de Investigación y Formación para la Emancipación de la Mujer). Mientras que el año siguiente, en 1977, se adoptaron Protocolos adicionales a los cuatro Convenios de Ginebra.
Es de 1979 el Convenio sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW). En 1980 tuvo lugar la Segunda Conferencia Mundial sobre la Mujer en Copenhague, con el fin de dar seguimiento a los logros en materia de derechos de la mujer. Mientras que en 1985 se organizó la Tercera Conferencia Mundial sobre la Mujer en Nairobi. También fue importante el Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro de 1992. Se dedicaron los capítulos 23 y 24 íntegramente a las mujeres.
El año siguiente, en 1993, fue el turno de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena, en la cual la violencia contra las mujeres se sancionó explícitamente como una violación de los derechos humanos. Es del mismo año la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. En 1994 la Comisión de Derechos Humanos creó la figura de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer. Después, en 1995, tuvo lugar la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Pekín.
El encuentro para debatir los logros de la Cumbre de Río, Rio +5 de 1997, se centró especialmente en la reforma de la cultura jurídica, subrayando la necesidad de adoptar una perspectiva de género. En 1999 se adoptó el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. En el 2000 tuvo lugar la Asamblea del Milenio en Nueva York y el combate de la violencia contra las mujeres se consideró uno de los Objetivos del Milenio.
Género y lucha contra la corrupción
A nivel de la UE, en 2020, la Comisión y el Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad presentaron los objetivos del nuevo Plan de Acción para promover la igualdad de género y capacitar a las mujeres en todas las acciones exteriores. El Consejo de Europa, a través del GRECO, persiguió la introducción del género en la lucha y prevención de la corrupción. Lo hizo mediante la introducción de un Gender Equality Rapporteur en 2012. Por último, cabe destacar un documento de orientación de la ONUDD de 2020 sobre la integración de la perspectiva de género. Este permite observar las mejores estrategias para lograr la igualdad de género
Volviendo al nivel mundial, el G20 constituye el ejemplo más avanzado de multilateralismo, en particular el Grupo de Trabajo Anticorrupción (ACWG). En su plan 2019-2021, el ACWG del G20 declaró que profundizará en su comprensión de los vínculos entre el género y la corrupción. El 2021 fue un año prolífico para el ACWG, que, bajo la Presidencia italiana, incorporó la perspectiva de género en los documentos aprobados. Entre ellos el Plan de Acción 2022-2024 y tres documentos de altos principios.
Para concluir, se puede afirmar que el prolífico trabajo realizado por el GRECO, el ACWG y la ONUDD proyectó rápidamente el tema de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer en el panorama de la política anticorrupción.
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Par conocer las iniciativas de EL PAcCTO en género EL PAcCTO y su dimensión de género
Giovanni Tartaglia
Coordinador del componente de Sistemas Penitenciarios de EL PAcCTO