Las características de la delincuencia organizada son su dimensión internacional, su importante volumen económico y la complejidad de sus operaciones. Sus efectos suponen perjuicios en la economía general, debilidad de las instituciones e inseguridad pública y otros trastornos sociales.
La investigación y enjuiciamiento de sus responsables requiere un importante esfuerzo de las autoridades fiscales y judiciales en diferentes ámbitos. Por un lado, requiere leyes claras e instituciones fuertes, organizadas y con personal especializado para alcanzar resultados en el orden interno. Por otro lado, una cooperación internacional eficaz, directa e inmediata entre las autoridades de los diferentes países. Y, en tercer lugar, sistemas eficaces que impidan que quienes quebrantan las normas de convivencia se aprovechen económicamente de sus efectos.
Áreas de intervención
Cooperación judicial internacional
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Normativa y práctica de la cooperación judicial internacional
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Herramientas telemáticas de cooperación judicial internacional
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Equipos Conjuntos de Investigación
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Cooperación regional, con EUROJUST y la Red Judicial Europea
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Orden Centroamericana de Detención y otros instrumentos multilaterales
Líneas de trabajo
Capacidades operacionales de las instituciones de justicia
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Medidas complejas de investigación y enjuiciamiento
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Especialización de fiscales y jueces contra el crimen organizado
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Organización y gestión interna
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Instrumentos de coordinación interinstitucional
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Sistemas de control interno
Líneas de trabajo
Privación de beneficios del delito
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Coordinación en la investigación de bienes procedentes del delito
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Gestión de bienes embargados en procedimientos penales
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Decomisos penales
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Sistemas de extinción de dominio (civiles)
Líneas de trabajo
Lucha contra los grandes tráficos
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Lucha contra el tráfico se seres humanos
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Lucha contra el tráfico de drogas
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Lucha contra el tráfico de armas
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Lucha contra los delitos ambientales
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Lucha contra el tráfico de bienes culturales