La globalización y la pandemia han evidenciado las fisuras de las democracias de algunos países, la debilidad de los sistemas de salud pública, la falta de protección social de los más vulnerables y, la brecha, todavía pendiente, de la igualdad entre hombres y mujeres. Somos nosotras las más perjudicadas cuando estalla una crisis de cualquier tipo por razones distintas. Entre ellas, las condiciones laborales que tenemos suelen ser peores que las de los hombres. Los modus operandi del crimen organizado también han cambiado y se han adaptado a la vida pospandemia, pero, ¿qué pasa con las mujeres que forman parte de las estructuras del crimen organizado?
Ellas también soportan los efectos de la crisis y parece evidente pensar que si ya sufrían discriminación dentro de las organizaciones criminales, ahora la sufrirán más. Tal vez sea el momento de pensar en políticas públicas, judiciales, policiales y penitenciarias que permitan a las mujeres arrepentidas tener mayor protección jurídica y penal que sirva de ejemplo para sus compañeras. Y, a las que ven el crimen como única salida a su pésima situación vital, darles alternativas sociales para evitar su ingreso. Una buena manera de fortalecer la lucha contra el crimen es impedir el reclutamiento y favorecer la salida de sus miembros arrepentidos.
¿Cuál es el papel de las mujeres en las organizaciones criminales?
Como apunta este informe publicado por InSight Crimen en 2020, hay muy pocos estudios de la participación de mujeres en actividades de crimen organizado en América Latina por ser considerada una “actividad de hombres”. Algo patente también en la publicación “Maras y mujeres en Centroamérica: problemas y soluciones en derecho” que ha editado EL PAcCTO con la participación de expertas y expertos en el tema. En este estudio se pone de manifiesto también la violencia interna que sufren las mujeres que pertenecen a las pandillas: sufren agresiones sexuales y se consideran prescindibles (eliminables) ante la justicia.
La publicación “Women and organized crimen in Latin America: beyond victimers and victimizers” destaca que las mujeres juegan un rol importante en la comisión de algunos delitos como el tráfico de drogas, el tráfico de seres humanos o el de migrantes. También están al frente de las finanzas del crimen con actividades como la minería ilegal, la extorsión o robos.
Visión de género para luchar efectivamente contra el crimen
Entre las conclusiones importantes de este estudio podemos resaltar:
- El fortalecimiento y la necesidad de estudios en la materia para poder elaborar políticas públicas más específicas
- Entender los factores por los que las mujeres ingresan en las organizaciones criminales para favorecer políticas sociales que eviten su ingreso
- Investigar los roles de las mujeres en las actividades criminales y su papel al frente de las finanzas del crimen
- Promover el empoderamiento de las mujeres para evitar su reclutamiento
- Especialización de cuerpos policiales y judiciales para aplicar un componente de género a sus investigaciones. Objetivo: establecer apoyo a las mujeres que deciden denunciar a las redes de tráfico de seres humanos o migrantes
- Revisar las penas de prisión para delitos cometidos por mujeres. En general, son delitos leves que tienen una pena muy alta.
Se podría pensar en este último punto en la aplicación de medidas alternativas a las penas de prisión. Asunto que trabaja EL PAcCTO para impulsar su uso en América Latina.
Cooperación feminista para romper techos de cristal
Para resumir, el crimen ha sido considerado una actividad masculina pero tiene, cada vez más, presencia femenina. Entender qué hacen, cuáles son los motivos, los objetivos y los roles de las mujeres en las actividades criminales es un buen punto de partida para combatir sus efectos.
Incorporar una política feminista de lucha contra el crimen será algo novedoso, práctico y efectivo en línea con las prioridades de la UE. Estaríamos, además, en el camino para conseguir algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, una recuperación sanitaria sostenible basada en el desarrollo humano y la igualdad entre hombres y mujeres. Porque en el crimen, como en la vida, los techos de cristal existen. Debemos localizarlos y romperlos para conseguir una sociedad segura con mujeres empoderadas fuera de cualquier actividad criminal.
María Jesús Martín
Responsable de comunicación de EL PAcCTO