La Covid-19 no conoce fronteras, ni países, ni edades, aunque afecta especialmente a los mayores. Pero sí conoce género. De las cifras divulgadas hasta ahora podemos concluir que la pandemia se ceba con los hombres.
La tendencia ha sido observada primero en China, origen de la pandemia, y se ha mantenido en países europeos como Italia y España.
Los datos revelan que, aunque el virus puede afectar de igual manera tanto a hombres como a mujeres, ellos tienen una tasa de mortalidad algo mayor. Pero como señalan desde diferentes organizaciones, el impacto social va a afectar gravemente a las mujeres.
Mayor impacto social en las mujeres, ¿por qué?
Desde luego, hay un porcentaje mayor de mujeres en el ámbito de la sanidad y de los cuidados; lo que las coloca en la primera línea del riesgo de contagio y de propagación del virus.
En muchos países, las mujeres representan la mayor parte del personal sanitario remunerado y, además, son las principales cuidadoras sociales y prestadoras de cuidados remunerados o no remunerados.
De la misma forma, las medidas impuestas por la mayoría de gobiernos como el cierre de escuelas infantiles, colegios, institutos y universidades y el confinamiento en casa, también les atañe más a ellas.
En tiempo de confinamiento recaen especialmente en las mujeres el cuidado de los niños en el hogar y los de las personas mayores.
A pesar de la predominancia de mujeres en el mercado laboral de salud, los puestos directivos y de toma de decisiones de los sistemas de salud y políticos son mayoritariamente ocupados por hombres.
La violencia machista durante el confinamiento
Otro problema importante que afecta a muchas mujeres en situación de confinamiento es el riesgo de violencia machista. Al no poder salir de su casa, la presión y el estrés aumenta en la victima y en el agresor, lo que hace que los casos de maltrato puedan aumentar en un momento en el que las víctimas tienen menos herramientas de defensa y están en una situación de considerable vulnerabilidad.
Las mujeres en situación de aislamiento por confinamiento tienen dificultad o imposibilidad de comunicación y denuncia de la agresión.
El Ministerio de Igualdad de España ha impulsado un Plan de Contingencia contra la violencia machista debido a la crisis del coronavirus con el objetivo de minimizar las fragilidades de las víctimas en situación de confinamiento que es de aplaudir.
Desigualdades sociales post crisis
La crisis de la Covid-19, como todas las crisis sanitarias y sociales, afecta de forma diferente a hombres y a mujeres. Las consecuencias económicas y sociales de la crisis que se adivinan agravarán las desigualdades preexistentes.
Según los datos presentados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de España en el informe “Mujeres en el mercado de trabajo, mujeres pensionistas y mujeres migrantes en el siglo XXI”, la tasa de desempleo es mayor en las mujeres, los empleos más precarios son ocupados por mujeres y, son también las mujeres las que reciben menores salarios y peores condiciones contractuales.
Hay que subrayar que, como consecuencia de estas desigualdades, a la hora de percibir prestaciones económicas contributivas por desempleo o pensiones, las mujeres van a recibir menos.
Cientos de personas están perdiendo sus empleos, sus ingresos, sus ahorros, y la capacidad de supervivencia. Las mujeres lo sufrirán en mayor medida.
Oportunidad en tiempo de crisis, ¿para quién?
A menudo se dice que en cada crisis existe una oportunidad. Pero la oportunidad sólo existe para aquéllos que tienen acceso a ella.
Las mujeres son la última red de seguridad de la familia y de la sociedad, pero son también el eslabón más frágil de la cadena de protección social. Las heroínas de lo cotidiano son muchas veces olvidadas a hora de tomar decisiones.
De hecho, es precisamente en momentos como éstos cuando la amenaza de fractura o colapso social exacerban las desigualdades estructurales.
No existen soluciones neutrales en la respuesta sanitaria y social a la pandemia, así como en las medidas económicas destinadas a afrontar sus consecuencias.
En este contexto, es indispensable a la hora de la tomar decisiones políticas asumir la valentía de impulsar la agenda de la igualdad de género. Este hecho promovería una superación de la situación con mayor equidad y con mejores herramientas para superar crisis futuras.
Glória Alves
Coordinadora adjunta del componente de Cooperación entre Sistemas de Justicia