Las organizaciones criminales han encontrado en el tráfico y la falsificación de medicamentos una oportunidad para lucrarse durante la pandemia. Para hacer frente a estos delitos, se ha formado una alianza internacional en la que participan la comunidad de Policías de América (AMERIPOL), la Oficina de Lucha Antifraude de la Unión Europea (OLAF), EUROPOL e INTERPOL. La llamada Operación Eslabón II ha contado con el apoyo de EL PAcCTO: Support to AMERIPOL, gestionado por la FIIAPP.
Tras un año de lucha contra el tráfico de medicamentos, se han presentado los resultados de la Operación Eslabón II en un evento al que han asistido más de 85 puntos de contacto a nivel regional y europeo. Esta acción conjunta ha permitido la coordinación de las operaciones en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, el Salvador, Guatemala, Panamá y República Dominicana, a través de entes de control como aduanas, servicios de sanidad, policías y Ministerios de Interior o equivalentes junto con jueces y fiscales.
Resultados Operación Eslabón II
En el marco de la operación, se han realizado más de 1.900 acciones de control que han permitido desarticular 40 estructuras criminales. Entre los materiales intervenidos se encuentran casi 5.000 instrumentos médicos, 6,5 millones de suministros, 19.000 pruebas diagnósticas de la COVID-19 y más de 2,7 millones de medicamentos. El valor de todo el material médico incautado ronda los nueve millones de dólares.
Durante el evento se ha destacado la importancia de seguir trabajando en la misma línea y de fortalecer los lazos de cooperación en acciones concretas como éstas que atacan de manera frontal los activos criminales de estas organizaciones delictivas. Según la doctora Marleny Montenegro Guerrero, del Ministerio de Salud de la República de Colombia, las acciones llevadas a cabo por la operación Eslabón II han sido muy eficaces para luchar contra la pandemia y han permitido “salvar vidas”.
El coordinador de EL PAcCTO: Support to AMERIPOL ha destacado la necesidad de luchar contra la desinformación en relación a la COVID-19, donde se debe atacar a tiempo real esas “mal intencionadas noticias sin contrastación real” y actuar de manera ágil utilizando contra narrativas contrastadas. En esta línea, se trabajará para que, en un futuro cercano, AMERIPOL cuente con su propio centro contra el cibercrimen como el de EUROPOL.