Un informe de la organización de defensa del medio ambiente y los derechos humanos, Global Witness, asegura que Brasil está entre los países más mortíferos para los defensores del medio ambiente. En 2020 20 activistas fueron asesinados mientras intentaban proteger su territorio. Algunos de estos activistas son mujeres que han comenzado a liderar las protestas evidenciando el rol principal que han asumido como guardianas de sus tierras y la supervivencia del Amazonas.
“Tradicionalmente, las mujeres indígenas de Brasil han sido excluidas de asumir funciones de liderazgo que solían ser desempeñadas por los patriarcas de las tribus. Pero esos papeles han cambiado en los últimos años al aumentar las amenazas contra sus derechos territoriales y sus recursos naturales. Las mujeres están rompiendo barreras, hablando y uniéndose a la primera línea de batalla contra la deforestación desenfrenada, las actividades extractivas y el empeoramiento de la catástrofe climática” asegura la periodista Rachel Ramirez en un reportaje en CNN publicado recientemente.
Mujeres indígenas y activistas amenazadas
Una de esas activistas es Alessandra Korap, pertenece al pueblo Mundurukú de Brasil y en 2015 rompió con la tradición, se unió a los jefes y protestó contra la demarcación de sus tierras y las infraestructuras que considera peligrosas para sus territorios.
“Cuando no se pide opinión a las poblaciones es cuando se produce la matanza. Entonces, ¿a quién hay que culpar de esa matanza? Son los mismos que financian a las hidroeléctricas, empresas de ferrocarril, empresas mineras, madereros, garimpeiros. El propio mercurio que se compra de forma ilegal y acaba en nuestra tierra… Las mujeres están enfermando, especialmente las mujeres embarazadas, los niños están cayendo enfermos por culpa del mercurio.
Tenemos a los invasores dentro, son los acaparadores de tierras, ya nos están invadiendo y hasta matando. Hay garimpeiros, madereros, cultivadores de palma, hay pescadores que invaden y se aprovechan de la pesca de los pueblos indígenas” afirma Alessandra en una entrevista para EL PAcCTO.
Delitos de crimen organizado
Pero no solo son los asesinatos de líderes, las mujeres sufren más violencia de género y esto las hace más vulnerables a la trata y tráfico de personas. Las mujeres se ven sometidas y silenciadas por los grupos criminales sin herramientas jurídicas adecuadas que las protejan. Es una de las conclusiones de los estudios que ha impulsado EL PAcCTO sobre algunas comunidades indígenas en varios países de América Latina.
Además, en la última edición del espacio de comunicación La hora de EL PAcCTO la antropóloga Jane Felipe Beltrão alertaba sobre la necesidad de ayudar a las comunidades indígenas que conviven con las actividades criminales de las organizaciones delictivas. “Las comunidades indígenas no reconocen las fronteras artificiales creadas por el Estado, lo que lleva a crear conflictos con mucha frecuencia”.
Empoderar a las mujeres indígenas para proteger la biodiversidad
Desde el Ministerio Público de Brasil, Ricardo Pael también explicaba que “existe una ausencia de delimitaciones geográficas y de seguridad lo que lleva a una invasión por medio de grupos organizados que utilizan esas tierras para la explotación de las riquezas y el cultivo de droga”.
Fortalecer las comunidades indígenas es una cuestión de derechos humanos y resulta fundamental para proteger la biodiversidad del planeta. En este objetivo es importante reforzar el conocimiento y el liderazgo de las mujeres indígenas. Ellas, en primera línea del activismo contra los grupos criminales, se han convertido en imprescindibles para la supervivencia de los pueblos y de las generaciones futuras.
María Jesús Martín. Responsable de comunicación de EL PAcCTO